No tengo palabras para describir lo que sentimos

Hace 2 años aproximadamente mi esposo y yo nos decidimos por realizar el proceso de adopción, nos dirigimos a las oficinas del Pani en San José y nos agendaron para el curso que era en 5 días, entonces nos inscribimos. Fue ahí donde inicio nuestra gran aventura.

 

Iniciamos con la búsqueda de 2 profesionales en el tema, Trabajadora Social y Psicóloga las encontré en google y llame a sus correspondientes colegios para corroborar si estaban inscritas, en realidad Dios las colocó en nuestro camino. Entre citas de ambas profesionales nos llevó 1 mes aproximadamente para terminar el estudio, lo entregamos en el Pani e iniciaba la inquietud de que estuviera completo para que en el pani no lo devuelvan, pues estaba perfecto.

 

En aproximadamente un mes después, nos notifican por medio del correo que ya éramos padres elegibles, gracias a Dios, ese día sentí que era el mejor de mi vida, llore con mi esposo y familia cuando les dí tan bella noticia. Ahora venía la parte más difícil de todas ESPERAR a nuestro hijo y esa espera se volvió muy larga, le enviaba mensajes a mi Trabajadora Social y ella me hacía sentir mejor me daba palabras de aliento, pero mi corazón sabía que mi hijo estaba en algún lugar y lo encomendada a Dios todos los días. Estaba en mi trabajo y al ser las 1 pm estaba por salir, sonó mi teléfono y era esa llamada tan anhelada.

 

Después de 1 año y 5 meses llegó tan esperada noticia, éramos los padres de un niño de 3 años 6 meses. No tengo palabras para describir lo que sentimos y la primera persona que llamé después de mi esposo fue a Jacqueline (mi trabajadora social). Lloré como loca de la felicidad y preparé una sorpresa a mi familia para contarles que ya éramos papás de Matthew. En 8 días más tarde lo conocimos, yo estaba con mariposas en el estómago y mi esposo estaba súper nervioso, cuando ví su carita y su sonrisa, solo pensé que grande es Dios y él solo dijo Papá, Mamá. Vivimos juntos hace 6 meses y cada día es una aventura llena de amor. Si volviera a nacer lo repetiría…

Es un proceso hermoso tener en tu vida a un niño que ahora es su hijo y que lo único que quiere es amor y a la vez, saber que él es uno menos de los niños en riesgo en el mundo, me hace muy feliz. María y José